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Arquitectos: Architecture MR
- Área: 1063 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Pablo Garcia Esparza
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Proveedores: Saltoki Home

Descripción enviada por el equipo del proyecto. W: Un ecosistema arquitectónico en movimiento. W no es solo una vivienda: es un organismo vivo que respira al ritmo de la naturaleza. Cada línea, vacío y textura se ha diseñado para integrarse con la topografía y la vegetación existente, estableciendo un vínculo profundo con su contexto. Más que imponerse al terreno, W lo abraza, adaptándose a él y generando una arquitectura que dialoga con el paisaje.


El proyecto se organiza en cuatro niveles ascendentes que siguen la pendiente natural desde la calle hasta el bosque. Esta disposición permite que cada espacio tenga una relación única con el entorno: desde las áreas sociales en los niveles inferiores hasta las estancias nocturnas en el nivel superior, abiertas a través de una terraza perimetral orientada al sur. Allí, el paisaje se convierte en protagonista, capturado con una mirada serena y continua.


En el corazón de la vivienda, una sala de estar de doble altura articula el proyecto. Una chimenea de travertino actúa como elemento escultórico, separando el interior de una lámina de agua multifuncional que funciona como piscina o como espacio escenográfico para eventos. La luz reflejada en el agua transforma el interior, creando matices que evolucionan con el paso del día y de las estaciones.

El recorrido interior está marcado por una escalera que cambia de forma y material a medida que asciende, convirtiéndose en un hilo conductor que acompaña el movimiento. No es solo una conexión funcional, sino una experiencia espacial que se vive en transición entre luces, sombras y texturas.


Los niveles inferiores albergan los espacios más sociales: zona de invitados, cine, garaje interactivo y un espacio polivalente que conecta con un jardín vertical. El acceso, excavado en el terreno, conserva una roca pizarrosa original que emerge como escultura natural, recordando el origen del lugar y reforzando el carácter atemporal de la arquitectura.

W es una vivienda que respira montaña. El uso de materiales locales y la repoblación de la vegetación nativa refuerzan la conexión entre construcción y paisaje, logrando que la casa evolucione con el tiempo. Cada sombra, cada reflejo, cada cambio estacional se convierte en parte de la experiencia habitable, transformando la arquitectura en un organismo vivo que se adapta, escucha y se mimetiza con su entorno.


Más que un objeto estático, W es un espacio sensorial, íntimo y cambiante. Una arquitectura que, en lugar de dominar, acompaña, convirtiendo el habitar en un diálogo constante con la naturaleza.





























